Senderismo y ornitología en Sierra Crestellina
Esta ruta circular de 9 kilómetros comienza y termina cerca de la Restaurante Laura, situado en la carretera junto al casco histórico de Casares. El camino sube por un camino de buen firme hasta llegar al Puerto de las Viñas, donde una franja limita el acceso a los vehículos motorizados al Paraje Natural. El itinerario continúa por una pista de tierra que flanquea la vertiente oriental de Sierra Crestellina y llega hasta el refugio, un alojamiento que puede alquilarse para pernoctar en este magnífico enclave.
Desde el refugio de Sierra Crestellina se puede acceder antes de iniciar el descenso al punto de partida al mirador de la Cosalba, desde el que se tienen magníficas vistas de Casares y el Campo de Gibraltar. El camino de regreso parte desde el refugio, donde se toma un sendero escarpado con bastante pendiente que lleva hasta la carretera. Una vez en ella, una pasarela de madera conduce nuevamente hasta el punto de partida.
Paraje Natural de Sierra Crestellina
La ruta ofrece unas magníficas vistas de la Sierra Crestellina y el Monte del Duque. En el inicio pasamos por la fuente del siglo XVIII denominada Fuente de la Arquita. Durante todo el recorrido aparece la vegetación típica de bosque mediterráneo: quejigos, encinas, pinos, algarrobos, lentiscos, etc. El Paraje Natural de Sierra Crestellina está también catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000, por la gran diversidad de su avifauna. En Sierra Crestellina habita la mayor colonia de buitres leonados (Gyps fulvus) de la provincia de Málaga.
Ornitología en Sierra Crestellina
Tras el primer sol de la mañana, a medida que el aire se va calentando, los buitres comienzan a salir desde los agrestes riscos donde descansan en Sierra Crestellina, lugar en el se concentra la mayor población dentro de la provincia de Málaga y la única colonia de gran tamaño, con entre 31 y 60 parejas reproductoras.
Sorprende cómo una de las aves más grandes de Europa, con hasta 9 kilos de peso y más de 2,5 metros de envergadura, mantiene un cuerpo tan pesado en el aire sin esfuerzo aparente alguno. Su silueta en vuelo es inconfundible: largas y anchas alas que permanecen inmóviles y que, aprovechando las corrientes térmicas de aire caliente, les permiten planear largas horas en silencio, sobrevolando su área de campeo en busca de la carroña de la que se alimentan: son los basureros de la naturaleza.
Es frecuente ver a los buitres compartir espacio aéreo con otras especies comunes en la sierra, como la chova piquirroja, el halcón peregrino, el cuervo, el águila perdicera, el cernícalo vulgar, el roquero, la collalba negra e incluso el águila real. Sierra Crestellina y el término municipal de Casares en general son un magníficos lugares para la práctica de la observación ornitológica.